Comprar una vivienda es una de las mayores inversiones que harás a lo largo de tu vida, por lo que es una decisión que se debe tomar con calma.[jc1] Si bien siempre existirán riesgos inherentes, a la hora de empezar a considerar seriamente una vivienda te recomendamos desde Libeen que mires todos estos puntos muy a fondo antes de firmar cualquier compromiso:
1) La ubicación: deberás evaluar en donde quieres vivir; en el campo, en la ciudad, en la playa, cuál es la distancia relativa a tu trabajo/universidad actual, Cuál es la disponibilidad de servicios públicos como metro, bus, centro de salud, colegio, supermercado en la zona. Todo esto deberás considerarlo para que sea la mejor elección para ti y para tu familia en términos de comodidad y calidad de vida.
2) ¿Quién es el titular?: esto lo puedes comprobar muy fácilmente pidiendo una nota simple en el registro de la propiedad correspondiente (puedes verificar cual le corresponde a la vivienda en: geoportal.registradores.org) o pidiéndola directamente en algún servicio online y recibiéndola en formato digital. Con esto sabrás que la persona ofreciéndote el inmueble es el propietario real.
3) ¿Cuáles son las cargas de la vivienda?: vinculado directamente al punto número 2, ya teniendo una nota simple del registro puedes verificar si tiene alguna hipoteca o embargo pendiente, también podrás ver si es una Vivienda de Protección Oficial (VPO), cuyo precio de venta generalmente se encuentra topado.
4) Inspección técnica de edificios (ITE): por regla general los inmuebles con más de 50 años de antigüedad deben pasar la ITE cada 10 años, pero cada Comunidad Autónoma / Ayuntamiento puede establecer normativas diferentes. Esto lo puedes consultar llamando al Ayuntamiento de la localidad en donde está ubicado el inmueble.
5) Denuncias Ayuntamiento: cuando realices la consulta anterior sobre la ITE con el Ayuntamiento, te recomendamos preguntar también si existen denuncias sobre el inmueble por algún vecino (filtraciones, ruido, entre otras cosas). No es común, pero mejor evitar malos ratos luego.
6) Comunidad de propietarios: si es un edificio de múltiples viviendas, casi con total seguridad exista una comunidad de propietarios constituida, que se encarga de gestionar el mantenimiento de las zonas comunes (pasillos, fachadas, ascensor) y el pago de los gastos de las mismas. Hablar directamente con el administrador de la finca y con el presidente de la comunidad, y pide siempre antes de la firma un documento donde se acredite que el actual propietario está al corriente de pago con la comunidad. Te sacará de cualquier duda sobre posibles deudas del inmueble con la comunidad, y te permitirá conocer el estado general de la misma (si van a hacer alguna derrama o pago extraordinario por obras previstas, si hay mucha morosidad, entre otras cosas).
7) Impuesto sobre bienes inmuebles (IBI): es un impuesto que fija y gira el Ayuntamiento de la localidad del inmueble el 1 de enero de cada año a la persona que se encuentre registrada como propietaria ese día. Para evitar problemas debe estar al día, y el propietario no debería tener problema alguno en presentarte los justificantes de, al menos, los últimos 4 años.
8) Valor mínimo de venta: este valor lo marca la CCAA en donde se encuentra el inmueble, y es importante conocerlo ya que el precio de venta no puede ser inferior a este importe, ya que afecta directamente al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP).
9) El estado general de conservación de la vivienda: debes siempre cerciorarte de cuál es el estado de la fontanería, electricidad, bajantes, contadores. Si la vivienda es de “segunda mano” sería ideal que acudas inclusive con un especialista para saber si tendrás que reformar en un corto plazo, y si puedes asumir dicha reforma.
10) Los gastos asociados a la compraventa: tanto si compras de contado como con un préstamo hipotecario, siempre vas a tener que añadir los gastos de notaría y registro (y en una hipoteca vas a tener que sumar el 20% de entrada y la comisión de apertura). También tienes que tener muy en cuenta tu capacidad de pago, si vas a pedir un préstamo para tu nuevo hogar.
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